Mathilde nos invitó a su pueblo de La Roche, en Suiza, para compartir un día fuera de temporada en la montaña, esta vez en tierra y no en nieve. Después de enseñarnos las pistas locales en el bikepark de La Berra y sus rutas favoritas de gravel, hablamos de lo que hace entre temporadas y de lo que la bicicleta la ofrece como deportista de esquí.

Mathilde, ¿cuánto tiempo dura tu temporada de esquí habitual y cómo te sientes cuando llega a su fin?

Depende un poco de las condiciones meteorológicas y de la nieve, pero si todo es normal, empezamos en agosto y acabamos a finales de abril. Al final de la temporada, estoy encantada de parar, incluso más cuando la temporada ha ido bien. No estoy contenta de dejar de esquiar, pero sí estoy encantada de poder descansar. Una temporada de esquí es muy intensa físicamente, pero también mentalmente: estar siempre en la nieve, concentrada, teniendo golpes, etc. Cuanto más nos adentramos en la temporada, más concentración y energía necesitas para no cometer ningún error. Al final, estoy encantada de descansar y disfrutar del verano. Estos meses en casa me ayudan a prepararme para una nueva temporada, y después de eso estoy más ilusionada y motivada que nunca para empezar a esquiar y competir de nuevo.

¿Te ayuda la bicicleta en tu carrera como esquiadora freestyle?

Es cierto que no hago los mismos trucos en la bici que en los esquís... (todavía) Pero lo que he notado es que cuando monto en bicicleta, siempre quiero progresar, aprender cosas nuevas, ser mejor y es el mismo objetivo en mis esquís. Durante los veranos me gusta pedalear y desafiarme a mí misma, intentar mejorar el ritmo, mejorar el entrenamiento cardiovascular, ser más rápida, etc. En los descensos, intento entrenar mis habilidades en los giros o tener más confianza en los saltos, por ejemplo. El estilo libre es un deporte para el que la coordinación es muy importante, así que creo que es importante variar los deportes que practicas como hago con la bicicleta. Por ejemplo, en la bicicleta también se necesita un buen equilibrio y en algunos senderos no se permite una caída, y eso es lo que también encuentro en los esquís cuando me deslizo por los rieles. Creo que son todos estos detalles en los que estoy trabajando con la bicicleta los que marcarán la diferencia durante el invierno en los esquís. Y, por supuesto, es más divertido poder practicar y progresar en esos elementos mientras te diviertes en una bicicleta que en el gimnasio. Por eso, es estupendo realizar una actividad entre dos temporadas de esquí donde se me puede plantear un desafío, donde quiero progresar. Es como una versión de verano de lo que hago en invierno sobre los esquís.

También en el aspecto mental es importante hacer un descanso después de una temporada de esquí y salir a la calle con la bici para pensar en otra cosa y hacer otro deporte, sin dejar de ser un desafío y poder trabajar en un conjunto de habilidades necesarias, pero de otra manera. Para mí, el ciclismo es una manera de divertirme mientras me preparo para la próxima temporada de invierno.

¿Cuándo empezaste a montar en bicicleta?

Mi historia con la bicicleta es bastante divertida. Empecé con bicicletas pequeñas, como todo el mundo, pero para mí, era una pasión. Cuando era joven, tenía tanta pasión que no podía esperar a que mi hermana probara su nueva bicicleta: cogí su bicicleta en el garaje y salí a montar con ella por el pueblo. Cuando regresé, mis padres no estaban muy contentos... Siempre iba en bici, para ir a la escuela, para salir. Todo el tiempo, jugaba afuera intentando saltar y probar cosas nuevas en mi bici. Después de eso volví a montar en la bici a los 16-17 años. En ese momento, acababan de construir las pistas de bicicleta de montaña de La Berra, que es la estación de esquí justo detrás de mi casa. Como ya pasaba mucho tiempo esquiando, era bastante natural practicar otro deporte durante el verano, que estaba muy cerca.

¿Podrías describir tu día perfecto en una bicicleta?

En cuanto salgo con la bici, ya puedo decir que es un día perfecto :). Para mí, un día perfecto sería ir al bike park de La Berra para hacer algunas vueltas. Es muy fácil acceder a él, ya que está justo al lado de mi casa. También me gusta llevar mi bicicleta de gravel para recorrer senderos más fáciles o más tranquilos y llanos. Veo el ciclismo de montaña como una actividad más activa e intensa, mientras que el gravel es una buena opción para terminar la jornada o para relajarse y descubrir nuevas carreteras.

¿Puedes contarnos un poco más sobre La Berra?

La Berra es la estación de esquí justo al lado de La Roche, donde crecí en Suiza. En el bike park han creado dos senderos que son muy divertidos y muy diferentes. El azul es perfecto si quieres darte una vuelta tranquila o fácil. Pero si te sientes bien y quieres ir un poco más allá, el rojo es perfecto. En La Berra también puedes acceder a otras partes de la montaña subiendo por el otro lado. Es estupendo ver el amanecer desde este lado.