El viaje por carretera. Se trata de escapar del día a día, ir a explorar y vivir nuevos lugares. KM1919 no fue una excepción. Calvin Huth, Steve Shannon y yo llevábamos ya tiempo con ganas de salir a explorar ese territorio de ensueño conocido como Farwell Canyon. Es una zona única y muy popular donde los pioneros del freeride en bicicleta de montaña empezaron a rodar a principios de la década de los 90. Por suerte, SCOTT acababa de presentar una nueva bicicleta polivalente y robusta como ninguna – la montura perfecta para el viaje.
Se alinearon los planetas, se enviaron correos electrónicos y nos dispusimos a ir hacia el Oeste.
Lo más curioso de este viaje fue cuándo se produjo. Calvin y yo andábamos por Utah con ocasión del Rampage cuando vimos que nos quedaba un huequito justo para subir al Norte antes de que llegara el invierno. Por supuesto, para llegar al punto de partida teníamos un poquito de “viaje por carretera”. Un día después de la final, teníamos la furgoneta de Calvin cargada y partimos de Utah rumbo a Canadá. Después de unos cuantos litros de café y más de 30 horas al volante, llegamos al oeste más salvaje de Cariboo Chilcotin. Llegamos casi de madrugada, acampamos y nos fuimos directos a la cama pensando en las aventuras de los días siguientes.
Farwell es un lugar especial. Si metieras el esquí de travesía y la bicicleta de montaña de Alaska en una batidora, el resultado sería un delicioso smoothie Farwell freeride . Como sucede con el esquí, es importante que las condiciones sean las adecuadas. Si ha hecho mucho sol y el suelo está duro y compactado, las vas a pasar canutas a la hora de frenar. Si llueve un poquito, las ruedas se hunden en el barro y no hay manera de avanzar. También hay varias trazadas que son difíciles de ver en su totalidad porque el terreno es muy técnico y empinado. Por último, pero no por ello menos importante, aquí no hay telesillas ni lanzaderas: ¡toca apretar los riñones y subir todo a pedales!”
Sabíamos que se aproximaba un frente de lluvias, así que no había tiempo que perder. Cuando nos despertamos hacía sol y el terreno estaba en un estado impecable para rodar. Pasamos dos jornadas completas a los pedales. Mañanas de madrugones, espectaculares recorridos de bicicleta de montaña, y noches junto a la hoguera. El listón estaba muy alto. Pero entonces llegó el mal tiempo. Empezó a llover y no paraba. No nos quedaba más opción que dejarlo.
La verdad es que nos había sabido a poco y nos quedamos con hambre y con ganas de ver más de lo que podía dar de sí la bicicleta. Se nos ocurrió la idea de ir a la zona de Sunshine Coast.
Hablamos con Curtis Robinson y Dillion Dunkerton del Coastal Crew/Coast Gravity Park, y enseguida partimos a vivir la siguiente etapa de este viaje por carretera.
Después del honor de recibir el preciado tesoro de las llaves del parque, empezamos una sesión de fotos espectacular en uno de los mejores bike parks del mundo. Sin duda: CGP tiene varios de los mejores recorridos de trail construidos por humanos. Y punto. Peraltes gigantescos en forma de ola, saltos de ejecución impecable, y un trazado fluido como pocos. Este parque está mejor cuidado que un jardín doméstico. Puedes escoger la trazada que más te guste y lanzarte a toda velocidad con la tranquilidad de saber que todo va a salir bien a la primera. Es increíble. Es una suerte rodar aquí.
Tras pasar tres días en el parque, el proyecto tocó a su fin. Fue un viaje por carretera que jamás olvidaremos. Pusimos a prueba la Ransom, la sometimos a todo tipo de perrerías y cumplió a la perfección. Trazadas largas, empinadas y espeluznantes, descensos por trail, saltos.... ¡nada se le resiste!
¡Hasta el siguiente viaje por carretera! Saludos, AV
