We have a more suitable website version for you. Please confirm your country to get the right product availibility and even purchase online.

Historias de los últimos preparativos para el triatlón más famoso del mundo


El Energy Lab se conoce como la parte más agotadora del maratón en los Campeonatos del Mundo de Hawái. No hay espectadores, el calor es brutal, y el tramo en ascenso para volver a Queen-K es muy duro para los participantes. Por si eso fuera poco, se pasa por el  Energy Lab en un momento de la maratón en el que los atletas tienen que superar una dificultad especial: a esas alturas, empiezan a estar agotados, pero saben que todavía les queda mucho para llegar a meta. Hemos acompañado a Cyril Viennot, especialista en la sección de carrera, durante su último y exigente entrenamiento en el Energy Lab el domingo anterior a la carrera.



En esta zona hay varios laboratorios de investigación científica, por eso se la conoce como el Energy Lab.



Una vez que han pasado por Ali’i Drive, Palani Road y las largas rectas de Queen-K, los corredores giran a la izquierda para entrar en la zona del Energy Lab, desde donde ya se ve el aeropuerto de Kona. Desde Queen-K, la carretera desciende hacia el mar y sigue la línea de la costa antes de llegar al punto donde los corredores se dan la vuelta.



En el momento en el que la mayoría de los corredores pasan por el Energy Lab, la temperatura del aire suele rondar los 35 °C (95 °F).


La temperatura del suelo puede llegar a los 46 °C (115 °F) y las plantas de los pies queman.



Cyril ha escogido el tramo del Energy Lab para su último entrenamiento fuerte antes de la carrera. A las 11 de la mañana, el calor es sofocante y no le pone las cosas nada fáciles a Cyril, pero el atleta busca precisamente acostumbrarse a las condiciones que probablemente encontrará el día de la carrera.



Después de calentar bien, Cyril hace 3 km a un ritmo de 3:20 min/km, seguidos de 3 km a 3:32 min/km y 5 km a 4:00 min/km. En esas condiciones, y con tantos tramos en ascenso, son valores muy prometedores para este rápido corredor francés.



La parte de ascenso que hay a la salida del Energy Lab es muy exigente para las piernas ya cansadas de los participantes.



Pero este tipo sabe cómo sufrir. “Hay muchos participantes que le temen al Energy Lab, pero yo lo veo como una oportunidad para adelantar a los que van por delante de mí”, explica Cyril. El año pasado, corrió tan bien que llegó a quedar entre los 5 primeros durante los últimos tramos del maratón.