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Historias de los últimos preparativos para el triatlón más famoso del mundo
EL INTERIOR DE LA ISLA
Son muchos los triatletas que participan en la clasificación por categorías de edad que no pasan en la Isla Grande el tiempo suficiente para hacer otras rutas aparte del recorrido de ciclismo que se realizará en el transcurso de la prueba. Hay quien piensa que Kona no ofrece nada más que una carretera con mucho tráfico, viento y calor, donde hay que tener cuidado de que el viento no te acabe lanzando contra un campo de lava. Muchos atletas profesionales llegan a Kona un par de semanas antes de la carrera para terminar su preparación en la isla. Hay atletas como Sebastian Kienle que prefieren una bicicleta de carretera normal en lugar de un modelo de triatlón para entrenar, y están dispuestos a descubrir sitios interesantes para recorrer en bicicleta en toda la isla. Hemos acompañado a Sebastian en una de sus salidas al interior de la isla de Kona. Descubrimos calles sin apenas tráfico, subidas muy exigentes, descensos técnicos y paisajes espectaculares.
La mayoría de los participantes se quedan en Kailua-Kona mientras están en la isla. Si no tienen coche para empezar a entrenar fuera del pueblo, tienen que salir desde aquí cada vez que van a entrenar.
La carretera aleja a Sebastian del pueblo en dirección al Monumento al Capitán Cook y al extremo sur de la Isla Grande.
La carretera marca un suave ascenso y pronto ofrece unas vistas del océano impresionantes.
El recorrido circular que Sebastian ha preparado está aliñado con unas cuantas subidas fuertes. A nadie sorprende que el vigente Campeón del Mundo se decantara esta vez por una SCOTT Addict de bajo peso.
“Aquí se conduce con bastante agresividad ,” comenta Sebastian antes de añadir “quizás sea porque hay ciclistas que hacen auténticas tonterías en la carretera.” Se trata simplemente de respetar a los demás.
Los deportistas que vuelan a Kona proceden de lugares preciosos de todo el mundo, pero Hawái ofrece un sinfín de lugares pintorescos en los que detenerte y admirar la belleza de la isla.
En esta carretera no hay que preocuparse del tráfico, sino que lo importante es disfrutar de cada momento.
Para practicar carreteras con subidas y bajadas constantes no es obligatorio ceñirse a la Queen-K.
Además de pasar por las zonas turísticas más habituales, la prueba recorre otros lugares muy interesantes. Oro, plata... son palabras que posiblemente se le pasan a Sebastian por la cabeza estos días.
Cuanto más sube la carretera, más verde es la vegetación que se ve en las cunetas de la carretera.
Todo lo que sube, baja.
La posición superaerodinámica que Sebastian adopta en el descenso también se utiliza en la bicicleta de carretera.
Atardece, y es hora de volver a casa. Con los últimos rayos de sol, Sebastian se dirige de vuelta a la ciudad por Ali’i Drive.
