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El ritmo de la lluvia constante ha sido durante mucho tiempo la banda sonora en el noroeste del Pacífico, y con el tejado metálico de mi casa todavía más. El incesante sonido de la lluvia es un recordatorio de que todas las rutas están encharcadas, más apropiadas en esta época del año para hacerlas en kayak que en bici. Un deprimente panorama a las 15:20 de la tarde que todavía se hace mayor cuando al mirar por la ventana sólo vemos oscuridad.



Hay muchas maneras de entretenerse a lo largo del invierno; descendiendo montañas en esquís o tabla, haciendo sentadillas para estar en forma, retomando aquellos libros que empezaste en verano y que fueron interrumpidos por rutas épicas, paseando al perro, con cenas multitudinarias con amigos o planificando rutas. Todas ellas son formas de divertirse, pero ninguna de ellas se equipara a la sensación de hacer una escapada en MTB. Y la única solución es cargar tus cosas, conducir hasta el desierto y allí, llenar el alma.


“Para mí , Virgin (Utah) se asocia con la Furia. Montar por las alucinantes sendas y barrancos de Virgin era justo lo que necesitaba, el invierno se estaba metiendo en casa y necesitaba tiempo sobre mi bici para hacer justicia a mis vacaciones”

- Kyle Jameson


Para nosotros en el noroeste del Pacífico (bueno, nosotros los canadienses lo consideramos Pacífico Sudoccidental) se encuentra la verdadera peregrinación a Utah. El destino habitual suele ser Moab, un viaje que he repetido tantas veces durante los últimos años que ya no hace falta que mire un mapa más. De hecho, sé que se la hamburguesería justo al lado de Salt Lake se encuentra a 15 horas en coche de mi casa (en Squamish). Utah ha sido la meca del MTB desde principios de los 80, pero su historia biker se remonta a 1969, época en la que el Trail entró con fuerza.


Para este viaje en particular, nuestro destino era Virgin Utah. Con su larga tradición de freeride, nos tentaba traer nuestras bicis de Trail y así poder explorar esta zona perfecta para el all-mountain. Todo buen viaje, necesita un buen equipo y el nuestro se formó en tiempo récord: Kyle Jameson, Stan Jorgensen y Scott Markewitz, cada uno con ataduras al desierto muy fuertes y diferentes.

Stan había corrido varias competiciones de Enduro en el desierto en los últimos años y ya estaba pensando en regresar sin sentirse controlado por los tiempos que marca una competición. 



“Antes de este viaje sólo había visto Virgin en vídeos. Conseguir montar por fin en este lugar fue una experiencia surrealista. Virgin (Utah) es conocido por ser una zona de freeride para Downhill, y tener la oportunidad de llevar nuestras bicis de Trail al límite fue algo increíble.”

- Stan Jorgensen


La historia de Kyle es larga, participante de la Rampage, juez, creador del track  Brendog’s Deathgrip, creador del track nocturno Semenuk’s Revel. 

Siempre he ido a Virgin a montar mi bici en los infames acantilados, cordilleras y saltos. Esta vez trajimos bicis de Trail y queríamos saber hasta dónde podíamos llegar con ellas, y... (spoiler) las bicis de Trail alucinaron.

- Kyle Jameson


Scott Markewitz, asentado en California se trasladó a Utah en 1980 para esquiar, se quedó para montar en bici y nunca más miró atrás. No había mejor persona que él con la que contactar para un viaje a Utah. Sabe donde empiezan los recorridos, donde estará la luz y donde encontrar verdadera cerveza. Habiéndose trasladado en primer lugar a Utah como un esquiador amateur influyente, muy pronto se volvió un experto y un gran esquiador de freeski. Desafortunadamente, las rodillas del esquiador son un valor que se deprecia fácilmente, y Markewitz decidió ponerse detrás de la cámara. Ha estado metido en fotografía deportiva desde entonces.


“Una de las cosas verdaderamente únicas de Utah es la increíble diversidad de paisajes y climas a lo largo del estado. Podrías literalmente esquiar a tope por las mañanas, coger el coche, conducir hacia el sur durante unas cuantas horas y acabar montando en bici por el desierto durante la tarde. Cuando recibí la llamada para unirme al equipo SCOTT en este shooting, me lancé a la primera. La ruta por Virgin y St George es menos conocida que la de Moab, pero aun así es mi ruta favorita del desierto. Por mucho que me guste el esquí, de vez en cuando me encanta salir a dar una vuelta con la bici. Y en este viaje hemos tenido los astros alineados: horarios, clima y la crew.

- Scott Markewitz


Por recomendación de Markewitz´s reservamos dos de las yurtas de Gooseberry. Ubicada en el linde de la meseta de Gooseberry, con vistas a varios senderos de la Red Bull Rampage, esto era inmejorable. Recomiendo al 100% alojarse en una de sus yurtas, a un lado La Meseta Gooseberry y en el otro el cañón, esta ubicación redefine tanto el escenario como la facilidad de montar y descansar. 

Las sendas de Virgin son entre escarpadas y muy escarpadas, como el DH de Grafton, que alterna entre cortados y llanuras, con transiciones de arena. Alcanzar el flow require meditación Jedi para domar la bici, o el completo opuesto de cerrar los ojos y agarrar el manillar bien fuerte para atravesar las zonas de arena. 


“Montar con Stan a sido un alucine, su cultura de la bici es muy diferente a la mía pero encontramos la diversion por igual, ha sido capaz de motivarme para montar con ganas por cualquier senda!”

- Kyle Jameson


Esta mezcla de terrenos a creado la zona de combate perfecta para enfrentar el estilo endurero de Stan contra el de freeride de KJ. En lugar de pisarse el uno al otro, se han influenciado mutuamente creado algo inspirador. KJ pedaleaba por la trazada con incredible precisión, mientras que Stan se comía todo sin temor y con una soltura desbordante.  No sabemos si veremos pronto a Kyle en el circuito de EWS, pero sabemos que vimos el nacimiento de “El Grande de Stan” cuando perseguía a Kyle bajando el brutal sendero de King Kong. 



“Montar con Kyle ha sido una pasada, si existe alguien a quien quieras seguir bajando una cresta ese es KJ.”

- Stan Jorgensen sobre perseguir a KJ en el histórico descenso de la senda King Kong de freeride. 


No nos costó mucho darnos cuenta de que estábamos ante un lugar único. Y aunque sólo fuimos capaces de descubrir la punta del iceberg de Utah, el médico sólo nos permitió esto para el invierno. Todavía quedan muchas áreas y muchas rutas por tachar de nuestra lista, lo que significa que aún tenemos razones para volver a esta legendaria tierra desgarrada.


  • Photos: Scott Markewitz 
  • Video: Max Berkowitz
  • Words: Kevin Landry