En el episodio 3 de Rising descubrimos la pretemporada especial que Kate preparó para 2021, las espectaculares primeras pruebas de la Copa del Mundo, y cómo Frischi, el excampeón de la Copa del Mundo y director del equipo, le ayuda a afinar cada trazada antes de las carreras.

En la vida de cualquier rider que participe en la Copa del Mundo no faltan nunca el drama, las decepciones y los triunfos, y el caso de Kate Courtney no es una excepción. Al comienzo de la temporada, Kate demostró su buen estado de forma tanto en pista corta como en cross country. Pero la mala suerte siempre es impredecible y, como si la historia quisiera repetirse, Kate sufrió bastantes contratiempos en Nove Mesto. En el mismo circuito que le dio tantos problemas en 2020, Kate rompió la maneta de freno en una caída grave y una vuelta después sufrió un pinchazo. A su regreso a EE. UU. Kate descubrió además que se había partido la muñeca en esa misma caída.

Kate llegó antes a Europa para empezar a preparar la Copa del Mundo, una decisión poco habitual en una temporada que ya venía repleta de viajes, pero la táctica parece haber dado fruto. El calendario incluía muchas carreras pequeñas pero de gran importancia; se trataba, ante todo, de recuperar sensaciones. Al mismo tiempo, Kate aprovechó el tiempo que compartió con el equipo en Suiza para afinar sus habilidades técnicas a los pedales. Cuando la temporada de la Copa del Mundo dio el banderazo de salida, el resultado de esa preparación quedó bien claro. Kate mostró una faceta calmada y segura sobre la pista, tanto mentalmente como físicamente.

En la primera de las seis pruebas de la Copa del Mundo, Kate demostró un estupendo estado de forma. Dominó el grupo de perseguidoras y avanzó hasta quedar 4.ª en XCC, además de conseguir plaza en la primera línea de parrilla para la salida de la prueba de XCO el domingo. Kate volvió a quedar en 4.ª posición entre la élite de cross country, con serias aspiraciones al podio, pero todavía un poquito por debajo de sus objetivos, y eso solo despertó una mayor ambición en la corredora.

Kate llegó a la segunda prueba de la Copa del Mundo con grandes expectativas y deseosa de resarcirse del decepcionante resultado que obtuvo en este circuito en 2020. La primera vuelta de Kate parecía prometedora, pero entonces sufrió una caída y rompió la maneta de freno. Tras una reparación milagrosa a toda velocidad, Kate regresó al circuito para, poco después, pinchar una rueda en una pista embarrada y muy complicada. Kate perdió toda posibilidad de hacer podio, pero, a pesar del resultado decepcionante, siguió luchando y realizó más de 50 adelantamientos. Esta historia demuestra su determinación, especialmente si tenemos en cuenta que Kate descubrió posteriormente que se había fracturado la muñeca en la caída.

Pasaron varias semanas desde que Kate anunció que se había roto la muñeca y estaba claro que también se perdería la prueba de la Copa del Mundo de Leogang. Ahora mismo queda descartado el ciclismo de montaña, pero Kate puede entrenar en asfalto. Una vez que ya ha confirmado su plaza en Tokio, su objetivo principal son los Juegos Olímpicos y espera poder volver a la competición cuanto antes. Una cosa está clara: es posible que sus huesos se hayan roto, pero su espíritu sigue intacto.

• Video: Susie Theis
• Photography: Kifcat, Michal Cerveny, Remi Fabregue

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