Palabras de Brendan Fairclough

El concepto Berm2Berm es un sueño que tengo desde que empezamos a buscar lugares para rodar “Deathgrip” en 2015. La idea original era construir una pista en un campo de hierba para saltar de una zona a otra, o ir de un peralte a otro (Berm2Berm) sin llegar a tocar la hierba. Me inspiré en cuando éramos niños y jugábamos a cruzar la calle “sin tocar la lava.”

Puede parecer fácil construir una pista así, pero no hay nada más lejos de la realidad. Una vez que encontramos el lugar ideal, el primer desafío es mover la tierra sin estropear la hierba.” Y la verdad es que no es nada fácil cuidar la hierba cuando hay que conducir maquinaria de 16 toneladas y un camión volquete. Si a esto le añadimos el mal tiempo que hace en Inglaterra, estas obras, por no mencionar el rodaje, pueden ser uno de los proyectos más exigentes que recuerdo.

Para disfrutar de la bici hay que ir a sitios interesantes y rodearte de un buen equipo.

Elegí rodar en este tramo con mi buen amigo Olly Wilkins y con Sam Pilgrim, que fue mi compañero de equipo en el Monster Energy. Estaba claro que Olly tenía que participar en este proyecto. No solo porque tiene un estilo impresionante, sino porque desde el primer minuto agarró la pala y se puso manos a la obra. También fue parte del primer “desastre” con el concepto que aportó en “DEATHGRIP”, así que teníamos un asunto pendiente.

Respecto a Sam, nunca había grabado nada a este nivel con él. Hemos montado juntos muchísimas veces todos estos años, pero esta sería nuestra primera gran producción. Y no defraudó a nadie. Su estilo es muy diferente al mío y al de Olly, sabe cómo hacer muchos trucos en cada trazada y da gusto verlo sobre la bici y rodar con él. Hizo unos cuantos trucos que jamás hubiera pensado que fueran posibles en una trazada así: ¡lo clavó!

Tengo que darles las gracias a estos dos por la paciencia que han tenido y por todo lo que aportaron al rodaje. Pasamos días sin hacer nada, esperando a que dejara de llover y el viento amainara, para al final rodar solo durante medio día: ¡son dos amigos estupendos

La tierra con la que trabajábamos no era la más adecuada para construir. No se podía trabajar a mano, así que había que hacerlo todo a máquina. Desde el primer momento todo se puso perdido; así no es cómo me gustan a mí las cosas. Pero ahí estábamos, y teníamos que hacer lo que podíamos. Afortunadamente tenemos un equipo de categoría mundial, detrás de la cámara, en la obra y a los pedales, así que al final algo tenía que salir.

Con el paso de los años, me he dado cuenta de que en una grabación hay muchas cosas que pueden salir mal. Una vez que habíamos construido la pista, había que esperar a que hiciera buen tiempo para grabar. Si a esto le añadimos los retrasos que hubo por la COVID-19, era fácil ver que las cosas se iban a complicar cada vez más.

Las cosas no siempre son fáciles. Y no deberían ser siempre fáciles. Al final, la base de mi profesión es el esfuerzo, y eso no se detiene cuando llegan los éxitos.

Este es uno de los primeros proyectos de los últimos 10 años en el que me he visto obligado a tirar la toalla. Tras meses de preparación, obras, pruebas y organización, nos quedó una tarde buena para grabar antes de que llegara el invierno inglés y la pista quedara impracticable.

Dice el refrán que no hay mal que por bien no venga. Hemos construido una pista que se adaptará para que puedan utilizarla niños y ciclistas de todos los niveles. Nosotros no pudimos disfrutar de ella como nos hubiera gustado, pero siempre es una alegría saber que quizás otros sí podrán disfrutar de la pista en el futuro. Y además hemos hecho unos cuantos amigos en Redhill Extreme. Me gustaría darle las gracias a Matt Pugh por toda la ayuda que nos ha prestado. Sin él, este rodaje no habría sido posible.

Como ya he dicho antes, no todo tiene por qué salir conforme a los planes previstos. En el caso de Berm2Berm, quizás a la tercera sea la vencida

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