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49.62° N, 123.20° W

Todos tenemos lugares importantes y especiales en nuestra vida, lugares que dejan huella y quedan por siempre en nuestra memoria, que nos insuflan vida y nos hacen ser lo que somos. Este tipo de lugares puede estar en cualquier parte, desde los confines remotos del planeta hasta justo al lado de tu casa. Esta historia sucede al lado de nuestra casa.



Las cosas claras: yo no he abierto ninguno de los recorridos que aparecen en este reportaje, pero me quito el sombrero ante los que los abrieron, DR, JD, PF, JN y el club de moto trail.

“Es ciclismo de montaña auténtico…Vivo a los pies de Diamondhead y aquí tengo todas las rutas que quiero para salir con la bici.”

- Dustin Adams



ES MUY FÁCIL.

Salir con la bici por Squamish es muy fácil, no solo por los senderos, sino porque todo lo que rodea al mundo del ciclismo es fácil.

Es fácil orientarse, todo gira en torno a tres carreteras, basta con subir a la cima, darle la vuelta a la bici y empezar a bajar hasta que te des de bruces con un coche.

El tráfico es fácil, desde el centro del pueblo hasta el punto de partida de las rutas de bicicleta se tarda menos de 10 minutos en coche, incluso los viernes por la tarde antes de un puente de fin de semana, cuando toda la población de la región Noroeste del Pacífico se dirige en sus coches a Whistler. 


Hay bastante gente en los senderos, no hace falta llevar herramientas ni cámaras de repuesto, en menos de 20 minutos pasará alguien por donde estés y te ayudará a arreglar lo que haga falta.

O, mejor aún, puedes aprovechar que hay una tienda en el fondo del valle para comprar la cámara que te has olvidado de echar, o también puedes pasar a comerte uno de los deliciosos kebabs que sirven en la camioneta de Farm to Table, a unos 300 metros de la tienda.

Los recorridos pueden ser lo suficientemente cortos como para hacer una ruta en la hora del almuerzo: en 45 minutos de reloj te da tiempo a hacer una ruta circular espectacular. Si ocurre algo y necesitas asistencia, el servicio de búsqueda y rescate y la ambulancia de Squamish están a unos minutos, y hay buena cobertura de móvil para llamarlos.


Tengo que reconocer que me encanta esta facilidad... casi siempre.

A veces apetece algo más: más desafíos, más sorpresas, más riesgos... más aventura. Cuando tienes que superar este tipo de factores es mucho más divertido hacer descensos.

Y ahí es cuando te decides por las rutas largas, las que cuentan de verdad. Este tipo de rutas son mucho más exigentes, hay más riesgo y son sitios a los que solo vas con compañeros ciclistas de absoluta confianza. Ahí está la magia del ciclismo, en superar rutas complicadas en compañía de tus mejores amigos. ¡Qué suerte tenemos! Aquí al lado tenemos una ruta larga, todo un clásico, Disney Land.


Aunque la palabra "aventura" ya está algo gastada, en este caso sí que podemos utilizarla para describir esta ruta que tenemos aquí al lado, un descenso desde casi 1700 metros de altitud hasta el mismo océano. Cuando vives aquí oyes continuamente historias de Disneyland, y todas las desventuras de los primeros ciclistas de montaña que intentaron la ruta. Bajaban por pendientes espeluznantes en bicis que montaban horquillas con 10 cm de desplazamiento y los antiguos frenos de disco Hayes, los cascos abiertos y protecciones dignas de un portero de hockey. Algunas de estas historias se ilustran con algún vídeo corto o con fotos de las revistas de la zona. Gracias a este tipo de historias y esas imágenes, ya sentía la llamada de estas montañas mucho antes de mudarme a vivir aquí.


“Las mejores rutas de Squamish no están en Squamish”

-Kevin

La primera vez que vi este lugar fue a bordo del helicóptero RT-44 de mi amigo Stu, cuando sobrevolamos una zona deforestada en busca de lugares para preparar trazadas de freeride [sí, has leído bien: trazadas de freeride, ese vuelo tuvo lugar hace más de 8 años]. La zona talada estaba en el fondo del valle, sin apenas conexión con la arista que teníamos a mano más arriba. Tras explorar varias rutas de moto trial que había por la zona, empezamos a enlazar nuevos recorridos por terrenos increíbles.

Poco tiempo después, [nombre censurado], uno de los trazadores de recorridos más expertos de Squamish, empezó a crear rutas específicas para bicicleta. Un día, nos apuntamos por toda la cara y subimos con él para bajar por su primera ruta, G-String, y fue alucinante. Sin lugar a dudas, aquel recorrido, el primero específico para bicicleta, era la mejor ruta de la zona. Y además todavía quedaba terreno para alargar la ruta, solo se aprovechaba un tercio de la altitud existente. 


El que trazó la ruta siguió trabajando, y en poco tiempo ya teníamos una conexión por arriba, Tramp Stamp. Luego, otros trazaron un recorrido a una zona que conocíamos como Pretty Slabs, donde también se trazaron recorridos de montaña específicos para bicicleta a altitudes más bajas. Pronto surgieron problemas algo delicados con la gestión de los terrenos, se cerró la cancela de entrada, y la zona pasó a ser de uso exclusivo para bicis. Bueno, para bicis o para helicópteros…

En verano de 2015, atamos dos puñados de bicicletas con una cuerda, las colgamos del helicóptero y nos dirigimos volando a la cima en compañía de 12 amigos procedentes de todo el mundo. Era la primera vez que subíamos a este recorrido en helicóptero para bajar desde la cima, la expectación era increíble.

Aterrizamos en territorio alpino, a nuestros pies teníamos el océano, y entremedias apenas se percibía un sendero que serpenteaba por los prados; ¡no se puede pedir más! Con toda la ilusión del mundo, empezamos a bajar por terreno alpino, cruzamos bosques, bajamos por una pendiente de marga increíble, y luego por una pendiente todavía más pronunciada.

Bajar por esas rampas tan empinadas era más parecido a esquiar que a montar en bici. El descenso era continuo, una rampa tras otra, y luego más rampas. Tuvimos que detenernos varias veces para admirar el esfuerzo físico sobrehumano de subir por estos tramos a bordo de una moto de trial. Tras varias horas de ruta, llegamos a la cabaña de la que partían los recorridos específicos para bicicleta de montaña. Todavía nos quedaban 3 rutas por recorrer, con casi 1000 metros de descenso hasta el océano. 



El club de moto de trial lleva más de 30 años trazando una amplia red de senderos de tierra en un territorio de granito recubierto de musgo y bosques impolutos. Ellos son los que abrieron esta arista, y nosotros tan solo somos sus invitados. La red de recorridos que han preparado es demasiado amplia para explorarla en un solo día, ni siquiera a bordo de un vehículo a motor, y abarca mucho más territorio del que yo he pisado. El fotógrafo y aventurero Margus Riga y yo hemos pasado unas cuantas noches en la cabaña mientras nos disponíamos a explorar esta red de recorridos. Es una cabaña pequeña, apenas caben dos personas, pero nos protegió de la lluvia y tenía una estufa para secar la ropa. 



Primavera de 2016: Dustin Adams y yo nos preparábamos en la base, era la primera vez y no teníamos claro qué teníamos por delante. Después de un ascenso largo a una altitud de 1000 metros, empezamos a bajar por Tramp Stamp. Las curvas eran impresionantes, los tramos de roca imponían auténtico respecto y con la lluvia que había caído las raíces expuestas eran una complicación añadida. Mientras tomábamos una cerveza al final de la ruta, Dustin comentaba que no conocía ningún recorrido de bici como el que acabábamos de bajar. A partir de ese momento dejamos de salir juntos por Squamish e hicimos todo lo posible para coordinar nuestras agendas y volver a montar juntos por esta zona. 


Puedes salir a buscar los mejores recorridos de trail por todo el planeta, pero a veces descubres que los tienes al lado de casa. Esta historia sucede al lado de nuestra casa, pero te aseguro que este tipo de lugares también existen donde tú vives. Solamente hace falta encontrarlos, y lo mejor es que la búsqueda es ya de por sí apasionante.


Fotografía: Margus Riga
Producción: Kevin Landry
Cinematografía: Cameron Sylvester, Max Berkowitz, Jordie Lepage, Patrick Henry
Dron: Patrick Henry / Jordie Lepage – TOPO Films
Posproducción: Leigh Powis
Tratamiento de colores: Leigh Powis
Piloto: Darren Taylor / Black Tusk Heli