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El 21 de agosto de 2016, N1NO Schurter completó su colección de trofeos olímpicos con una medalla de oro en Río de Janeiro, tras el bronce de Pekín en 2008 y la plata de Londres en 2012. El pentacampeón mundial de MTB de la UCI no solo se fijó el más alto objetivo posible, sino que además se sometió a una presión tremenda a la caza de la gloria (Hunt for Glory). Ahora que la caza ha culminado en gloria, N1NO nos cuenta cómo se ha preparado estos años.


Para N1NO, lo habitual es ganar. Con 5 títulos de campeón del mundo, 4 títulos de la Copa Mundial y 21 victorias en el mundial en su palmarés, es uno de los ciclistas que más éxitos ha cosechado en toda la historia. Hace unos años, en 2012, cuando tenía 26 años, N1NO sufrió la peor “derrota” de su carrera hasta ese momento; después de dominar gran parte de la carrera, se tuvo que conformar con la plata olímpica. Al final, el checo Jaroslav Kulhavy se llevó el oro en una de las carreras que a día de hoy todavía se considera una de las más emocionantes de la historia del MTB. Sin embargo, esta “derrota” fue el punto de partida de su nuevo objetivo; una medalla de oro cuatro años más tarde en Río.


Cuando un deportista de élite se fija un objetivo a tan largo plazo, necesita ceñirse a una disciplina que el resto de los mortales nos costaría un mundo poder comprender. Para N1NO, fue esencial trabajar en su fortaleza mental. Pasó cuatro años entrenándose con una única idea en mente: llegar a Río en la mejor forma al día X, que fue el 21 de agosto de 2016. Esta dedicación a largo plazo significa que N1NO tuvo que sufrir varios contratiempos. También tenía que aprender a transformar las experiencias negativas en vibraciones positivas, y a sacar provecho de ellas. Además de todo esto, N1NO tuvo que afinar cada detalle de su preparación, su entrenamiento y su vida en general. Desde la nutrición al entrenamiento en altura, desde organizar un calendario perfecto hasta optimizar la recuperación: había que organizar todo a la perfección.


La preparación psicológica y física de N1NO solamente podía ser perfecta. Sin embargo, N1NO tuvo que buscarse un entorno profesional en el que pudiera concentrarse a fondo para alcanzar su objetivo. Los entrenadores, los fisioterapeutas y los psicólogos a cargo de supervisar su evolución física se integraron con el equipo técnico responsable de que N1NO no tuviera la más mínima duda respecto a las herramientas de su oficio. Con la nueva Spark RC 900 World Cup, N1NO tenía en sus manos la bicicleta de competición de suspensión integral más ligera del mercado. N1NO no sería N1NO si no insistiera en probar todos los detalles una y otra vez hasta asegurarse de que tiene el mejor equipamiento posible para el exigente circuito de carreras de Río.


N1NO ha aprendido de todas las carreras que ha disputado. Sabía exactamente qué funcionaría y qué no daría resultados, tanto en su preparación física como en su estrategia psicológica. Con el paso del tiempo, también analizó cómo competirían los demás aspirantes al oro. Una carrera olímpica siempre es diferente a una carrera de bicicleta de montaña normal. La presión es tremenda para un deportista de élite y máximo aspirante a la medalla de oro, las personas normales no podemos llegar a comprender qué representa controlar toda la expectación que se genera entre el público. El Día X, las circunstancias externas pueden cambiar por sorpresa, la pista puede pasar de estar seca a convertirse en un barrizal. Para ganar la carrera, era esencial elegir las cubiertas adecuadas, como afirmó N1NO después de la carrera. 


La estrategia de N1NO para Río era completamente diferente a la de carreras anteriores. A diferencia de lo que sucedió en Londres hace cuatro años, donde también se disputaron la carrera N1NO y Jaroslav Kulhavy, esta vez no intentó dominar la carrera desde el principio, sino que dejó que los demás hicieran todo el trabajo mientras él guardaba fuerzas. N1NO puso a prueba a sus rivales durante la prueba. “Di varios tirones para ver cómo iban, sobre todo por Jaroslav Kulhavy. Al final, vi claro dónde y cuándo tenía que dar el zarpazo. Me salió perfecto”, declaró N1NO.

Las últimas pedaladas fueron históricas. Nino se fijó un objetivo, trabajó para conseguirlo, y consiguió llevarse el gran premio. 


"He conseguido grandes éxitos en el ciclismo de montaña. Sin embargo, siempre seguiré a la caza de la gloria: #huntforglory. Me sigue gustando muchísimo lo que hago. Me encanta correr y competir con los mejores. Hay muchas carreras que quiero correr y ganar, como por ejemplo la de Cape Epic.”

Nino Schurter, campeón olímpico


Fotografía: Jochen Haar, Michal Cerveny, Gary Perkin, Armin M. Küstenbrück, Sven Martin