Poco a poco, comienza el ritual. Este ritual ha sido así durante años y seguirá así durante mucho tiempo. Mi mente traza las sensaciones que suscita el camino que tengo por delante. Los momentos que se avecinan implican todo y nada, al mismo tiempo. Así es la percepción, donde no hay diferencia entre pensamiento y acción.
Lentamente, el ritual se pone en marcha.
En plenitud de consciencia, la mente se aleja. No puedes obligarla, hay que dejar que fluya. El ego se desmorona y se sumerge en la plenitud del momento. El poder de mi subconsciente guía la rueda que me precede. Los pensamientos son movimientos; la consciencia es acción.
El poder de mi subconsciente guía la rueda que me precede.
Miles de años de evolución culminan en la fluidez de este momento. Es un momento atemporal hasta que eres consciente de tu consciencia, vuelves al mundo real, la acción y el pensamiento vuelven a seguir rumbos separados en planos diferentes… el pensamiento va por delante de la acción.
El tiempo deja de ser una realidad física y se transforma en una construcción teórica. La forma en que cada uno experimentamos el tiempo es variable y cambia drásticamente en función de nuestras circunstancias. Cuando nos sumergimos en el momento y dejamos que todo fluya, nuestra percepción del tiempo acaba siendo insignificante. Carecemos de la capacidad cognitiva de ser, observar y comprender nuestra relación con el ‘tiempo’.
Cuando nos sumergimos en el momento y dejamos que todo fluya, nuestra percepción del tiempo acaba siendo insignificante.
La conexión con la modernidad, el todo, en todas partes, todo el tiempo. No hay escapatoria, nadie hubiera imaginado que The Eagles tuvieran una visión tan precisa del futuro en su Hotel California: ‘prisioneros de nuestra independencia’.
Es fácil volver a vivir esos momentos: lo difícil es explicarlos. Una acción es pura cuando no existe la presión de los resultados. Un momento de alegría en estado puro que es solo nuestro. Alimenta la inspiración que despierta la consciencia. Pero enseguida vuelve el hambre de vivir otras milésimas de segundo de libertad. Un pensamiento, una chispa que enciende la próxima hoguera.
Lentamente, el ritual se pone en marcha, el mismo ritual todas las veces...
Una acción es pura cuando no existe la presión de los resultados.
